Una carta abierta de autores como Lauren Groff, Lev Grossman, RF Kuang, Dennis Lehane y Geoffrey Maguire piden a los editores de libros que comprometan a limitar su uso de herramientas de IA, por ejemplo, comprometiéndose solo a contratar narradores de audiolibros humanos.
La carta argumenta que el trabajo de los autores ha sido “robado” por las compañías de IA: “en lugar de pagar a los escritores un pequeño porcentaje del dinero que nuestro trabajo les da, a alguien más se le pagará por una tecnología construida en nuestra mano de obra no remunerada”.
Entre otros compromisos, los autores piden que los editores “se comprometan a que nunca liberen libros creados por la máquina” y “no reemplazar a su personal humano con herramientas de IA o degradar sus posiciones en monitores de IA”.
Si bien la carta inicial fue firmada por una lista ya impresionante de escritores, NPR informa que otras 1.100 firmas se agregaron en las 24 horas posteriores a la publicación inicialmente.
Los autores también están demandando a las compañías tecnológicas por usar sus libros para capacitar a los modelos de IA, pero los jueces federales le dieron golpes significativos a esas demandas a principios de esta semana.