
Baidu, el gigante chino de Internet que se hizo conocido por sus motores de búsqueda, está dando grandes pasos en la conducción autónoma.
A partir de esta semana, el público puede viajar en su robotaxis en Wuhan entre las 7 a. m. y las 11 p. m. sin conductores de seguridad detrás del volante. Anteriormente, sus vehículos no tripulados solo podían operar de 9 am a 5 pm en la ciudad. Se espera que el esquema actualizado cubra un millón de clientes en ciertas áreas de Wuhan, una ciudad de más de 10 millones de habitantes.
Como la mayoría de las nuevas empresas de vehículos autónomos, Baidu combina una combinación de cámaras, radares y lidars de terceros para ayudar a que sus automóviles vean mejor en condiciones de poca visibilidad, en contraste con la solución basada en la visión de Tesla.
En agosto, Baidu comenzó a ofrecer viajes en robotaxi totalmente sin conductor, cobrando a los pasajeros tarifas de taxi. En el tercer trimestre, Apollo Go, la aplicación de taxi robotizado de la empresa, completó más de 474 000 viajes, un 311 % más que el año anterior. Acumulativamente, Apollo Go había superado los 1,4 millones de pedidos hasta el tercer trimestre.
Eso suena como un flujo de ingresos potencialmente sustancial para Baidu, pero uno debería tomar esas cifras con pinzas y preguntarse: ¿cuántos de estos viajes están subvencionados con descuentos? ¿Cuántos de ellos son rutas diarias repetibles en lugar de paseos novedosos únicos realizados por los primeros usuarios? Para mejorar las cifras de rendimiento, no es raro ver a los operadores chinos de robotaxi reclutando público para viajar en sus vehículos.
También es complicado saber cuál de los advenedizos de robotaxi de China tiene una ventaja en esta etapa. Su expansión depende de su relación con la ciudad local donde operan, y las principales ciudades a menudo tienen el poder de aprobar ciertas legislaciones locales.
Como uno de los pocos sectores de Internet de consumo que aún tiene mucho espacio para crecer, la conducción autónoma está recibiendo un cálido apoyo de las autoridades locales de todo el país. Por ejemplo, Wuhan, un centro industrial en el centro de China, es una de las primeras ciudades del país en permitir que los taxis robot conduzcan al público sin operadores de seguridad en el automóvil. Y ahora, la ciudad parece sentirse cómoda con los autos sin conductor deambulando incluso en la noche con poca luz.
Dejando a un lado una dosis razonable de escepticismo, Baidu ha hecho un gran esfuerzo para hacer que el futuro de la conducción autónoma llegue antes. Uno de los fosos que está construyendo es su modelo de lenguaje visual para identificar objetos raros o invisibles en escenarios de cola larga. La IA está respaldada por Wenxin, el mismo modelo grande que sustenta su plataforma de arte de texto a imagen.
“El modelo permitirá que los vehículos autónomos entiendan rápidamente un objeto invisible, como el reconocimiento de vehículos especiales (camiones de bomberos, ambulancias), la detección errónea de bolsas de plástico y otros”, explicó Baidu anteriormente. “Además, el modelo de percepción de conducción autónoma de Baidu, un submodelo del Gran Modelo de WenXin, que aprovecha más de mil millones de parámetros, puede mejorar drásticamente el potencial de generalización de la percepción de conducción autónoma”.