El Papa Leo XIV está haciendo la amenaza de IA para la humanidad un tema clave de su legado, desafiando a la industria de la tecnología que ha pasado años cortejando al Vaticano.
El homónimo del nuevo papa estadounidense, Leo XIII, defendió los derechos de los trabajadores de fábricas durante la edad dorada, un período en el siglo XIX de cambio económico rápido y la desigualdad extrema de riqueza dirigida por los corruptos barones de ladrones industriales.
En declaraciones al Salón de los Cardenales el mes pasado, el Papa dijo que confiaría en 2.000 años de enseñanza social de la iglesia para “responder a otra revolución industrial y a las innovaciones en el campo de la inteligencia artificial que plantean desafíos para la dignidad humana, la justicia y la mano de obra”, informa el Wall Street Journal.
En intentos de dar forma al diálogo de Roma sobre la IA y, por asociación, influir en los gobiernos y los responsables políticos, los líderes de Google, Microsoft, Cisco y otros gigantes tecnológicos han volado al Vaticano para predicar la buena palabra de las tecnologías emergentes.
El Vaticano ha presionado por un tratado internacional vinculante para la IA, algo que la mayoría de los CEO de tecnología dirían amenazan con sofocar la innovación.