Caastle, una startup que se lanzó en 2011 como un servicio de suscripción de ropa de tamaño grande y en 2018 se convirtió en una plataforma de monetización de inventario para los minoristas de ropa, enfrenta dificultades financieras, informa Axios.
La compañía está casi sin dinero, la CEO Christine Hunsicker renunció, y la policía está investigando la presunta mala conducta financiera, informó Axios, citando una carta filtrada de la Junta.
Caastle no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. TechCrunch notó que la junta de trabajo de Caastle dice que actualmente no tiene roles abiertos, a menudo un signo negativo para una startup.
La startup recaudó más de $ 530 millones en total, aunque por última vez recaudó $ 43 millones en 2019, estima Pitchbook. Si bien esto podría ser una explosión más involucrada que la mayoría de las nuevas empresas jamás perdurar, los expertos le dijeron a TechCrunch que 2025 está en camino de ser otro año brutal para las nuevas empresas fallidas.