La administración Trump está forjando grandes exenciones arancelarias para la industria tecnológica.
Mientras que el presidente Donald Trump dijo el miércoles que retrasaría muchas de las tarifas que demuestran el mercado que había anunciado la semana anterior, mantuvo una tarifa de base universal del 10% en su lugar, al tiempo que aumentó los aranceles sobre los productos chinos al 125% (además de un arancel del 20% que ya había impuesto en los bienes de China).
Se ha especulado sobre lo que los aranceles significarán para la industria tecnológica, que fabrica muchos productos electrónicos de consumo en China y en otros lugares en el extranjero. Uno de los objetivos declarados de Trump es devolver la fabricación a los Estados Unidos, pero otros creen que el sueño de un iPhone hecho por Estados Unidos es una fantasía.
Esos debates se pueden detener después del viernes por la noche, cuando la Aduana y la Protección Fronteriza de los Estados Unidos publicaron una lista de categorías de productos que están “excluidas de las tarifas recíprocas impuestas bajo la Orden Ejecutiva 14257”, con las exclusiones con respecto al 5 de abril.
Esas categorías parecen incluir teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, discos duros y semiconductores. Todos esos productos estarán exentos tanto del 125% de la tarifa de los bienes de China como de la tarifa de referencia universal. (Otros aranceles, como la tarifa anterior del 20% sobre los productos chinos, probablemente aún se aplicarían).
Las notables cifras de Silicon Valley dirigidas por Elon Musk se han unido a la administración Trump, mientras que otros CEO de tecnología han estado cortejando a Trump, más visiblemente con millones de dólares donados a su inauguración. Esos esfuerzos parecían dar poco fruto, hasta el anuncio de anoche, que Daniel Ives, Jefe de Investigación de Tecnología Global en Wedbush Securities, describió como “un escenario de ensueño para los inversores tecnológicos”.
Es probable que los gigantes tecnológicos como Apple y Nvidia celebren las noticias, al igual que los consumidores estadounidenses que evitarán un gran margen en su próximo iPhone. Pero la industria aún podría verse afectada con aranceles más específicos y otras restricciones. Por ejemplo, el New York Times informa que la administración Trump está preparando una investigación relacionada con la seguridad nacional sobre semiconductores.