Este mes, la administración Trump instituyó recortes radicales dentro de las agencias federales a cargo de la energía de las presas hidroeléctricas, lo que aumenta el temor a las inestabilidades de la red en los mercados clave de los centros de datos. Los recientes despidos redujeron entre el 13% y el 20% de las cuatro fuerzas laborales de las administraciones de marketing de energía, lo que afectó a todos, desde los linieros hasta los equipos que dirigen la potencia de un minuto a minuto.
Pero después de las críticas de los legisladores y clientes, la administración Trump ha vuelto a contratar al menos a algunos de esos empleados, según un informe en E&E News.
Las cuatro administraciones de marketing de energía venden y transmiten energía hidroeléctrica desde una variedad de presas de propiedad federal, incluida la presa de Bonneville en el noroeste del Pacífico y la presa Hoover en el suroeste. Estas presas, y las agencias que supervisan la venta y distribución de la energía que producen, suministran electricidad a decenas de millones de viviendas en 34 estados.
Las agencias se financian mediante la venta de esa electricidad y no dependen del dinero del Tesoro de los Estados Unidos.